Qué alegría da hablar con los intrépidos de Mireia y Alex y que te cuenten sus aventuras, ¡alegría y envidia! Desde hace dos semanas están pasando sus días en México, un país que les ha sorprendido con un montón de fabulosas experiencias nuevas:
Cruzar la frontera de USA hasta Nogales fue más fácil de lo esperado; sin mayor problemas pudieron cruzar la frontera en unas 2 horas. Su primera parada fue el pueblo llamado Hermosillo. Este pueblo no tenía demasiadas cosas que ofrecer, por lo que decidieron buscar una zona de acampada en otro lugar, más hacia el sur. Así fue como llegaron hasta Guaymas: su ubicación, cerca del mar, contaba con un muy buen hotel con parking para caravanas. En
ese momento se dieron cuenta de que eran los únicos que estaban acampando
allí, ya que la temporada para los turistas estadounidenses y canadienses no
había comenzado todavía.
Después de visitar Guaymas y San Carlos, un pueblo cercano, se fueron a las Barrancas del Cobre. Había oído hablar mucho de él, y tenían muchas granas de ir a conocerlo. Estaban a 600 kilómetros de distancia que recorrieron en dos días. Las vistas en el camino estaban eran muy bonitas, aunque mucho más impresionante fue el cañón en sí:
EE.UU. les ha tenido muy mal acostumbrados y muy bien cuidados, ya que en USA es mucho más fácil obtener información al entrar en cada parque Nacional, y siempre
hay un centro de visitantes que te ayudan a optimizar tu tiempo. Encontrar el camino en México no era tarea tan fácil. Tuvieron
que preguntar a los pocos turistas que encontraron para que les aconsejaran qué hacer, qué visitar, y también sobre qué evitar.
Barranca del Cobre es un lugar increíble y realmente disfrutaron de su estancia allá. Empezaron visitando el Valle de los Monjes, de las
Ranas, de las Setas y el lago Areko . Por último se dirigieron hacia el punto más bajo de la Barranca del Cobre.
Al
día siguiente visitaron el Divisadero, donde hay una especie de "parque
de
atracciones" para adultos, con un montón de actividades diferentes:
cursos de escalada, un gran góndola Ski resort, tirolinas y...
¡excursiones en bicicleta! Después
de viajar por todas partes en coche, se morían de ganar por coger sus bicicletas plegables Montague. ¡Finalmente pudieron disfrutar de un día de ejercicio! Hicieron la ruta panorámica, para riders de nivel intermedio. Se tarda entre 2 y 3 horas en bicicleta en llegar a un mirador. El viaje bien vale la pena, comentan. Las
vistas eran impresionantes y la senda era muy bonita e interesante. En el camino también conocieron a varios indígenas que viven allí durante todo el año.
Después de disfrutar de las Barrancas del Cobre durante 4 días, decidieron volver a la costa por una carreteras que tenía cambios de elevación
de hasta 1.200 metros. Finalmente lo consiguieron y llegaron a Álamos, un pueblo colonial, muy bonito y muy bien conservado. Fueron a la isla Mexcaltitlán, también llamada como la "Venecia mexicana",
porque cuando llueve mucho, en realidad se puede ir en barco a través
de sus calles. Después
de pasar una hora allí (ya que es una isla muy pequeña) se fueron a San Blas (El grupo de música de Maná escribió una de
sus más famosas canciones de esta ciudad: "En el Muelle de San Blas").
Encontraron
un camping muy agradable donde tenían pensado pasar dos noches, pero
después de la primera noche y de la cantidad de mosquitos que habían, decidieron irse. Eso sí, ¡cuentan que allí se comieron unos burritos riquísimos! Después, se fueron a Puerto Vallarta, un poco decepcionante, ya que se
ha convertido en un gran recurso para los turistas. Sin
embargo, dieron un paseo en barco por Islas
Marietas, unas islas deshabitadas con hermosa vida silvestre y playas.
Después de pasar allí unos días decidieron continuar hacia el sur. En el camino se encontraron con un santuario de tortugas marinas en una playa virgen cerca de Puerto Vallarta. Convencidos por el jefe del lugar, decidieron quedarse y ayudar a las tortugas
durante una semana; ¡así que allí se encuentran nuestros aventureros ahora mismo! Os mantendremos informados con sus próximas andanzas, y esperemos que en los próximos días puedan tener menos conducción y más actividades al aire libre con sus bicis!
¡Hasta pronto viajeros!