Como ya hemos comentado en otras ocasiones, sustituir el trayecto en coche por un agradable paseo en bicicleta para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa,
no sólo nos ayuda a librarnos del estrés de los atascos, y a ahorrarnos unos cuantos euros en gasolina sino que, además, repercute directamente en nuestra salud y en nuestra forma física de forma muy positiva.
A la hora de decidirse a dar el paso y finalmente utilizar a este medio medios de transporte más sostenible y ecológico para ir a trabajar, los problemas logísticos
que surgen suelen ganar la batalla a las ganas de ponerse a pedalear: el espacio que ocupa un
bicicleta en casa, buscar un lugar seguro donde aparcarla durante la larga
jornada laboral, que se nos moje o estropee debido a los condiciones medio ambientales, que la roben mientras está en
la calle... Por este motivo las bicicletas plegables han ido sumando adeptos entre los ejecutivos de las grandes ciudades en los últimos años. Y más en particular, las bicis Montague, ya que gracias a sus ruedas de tamaño real, se maneja mucho más cómodamente y con menor esfuerzo que el resto de bicis plegables con ruedas pequeñas; además, también se puede plegar fácilmente para poder guardarla a salvo en casa o en la oficina sin ocupar casi espacio.
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