Si estás cansado de buscar parking cerca de la entrada del supermercado y no encontrar; y de gastarte más dinero en gasolina que en la compra en sí, ¡haz la compra en bicicleta! No contamina, puedes aparcar en la puerta, es divertido, y a la vez haces deporte, por lo que te puedes permitir algún caprichillo de chocolate... :) Si no tienes coche, puedes aprovechar para comprar muchos más alimentos de los que normalmente puedes cargar si vas andando.
Ir a hacer la compra en bicicleta puede suponer un reto, pero también es una manera gratificante hacer ejercicio y crear un menor impacto sobre el medio ambiente.
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