Montague Tour por las Américas: últimos días en México

Tenemos noticias de nuevo sobre ​​Mireia y Alex, que han disfrutado de sus últimos días en México antes de entrar en Belice. Desde las oficinas centrales de Montague, tenemos mucha envidia de sus vivencias y experiencias... ¡pero qué mucha! Y también del buen tiempo que les acompaña. Esta es la situación actual, ¿ves alguna diferencia entre ellos y nosotros?

¡Sin comentarios! Vamos a empezar: La última vez que nos pusimos en contacto con ellos, estaban en el estado de Oaxaca, Puerto Escondido. Tras pasar una larga temporada en la playa, avanzaron en dirección a la provincia de Chiapas, pasando por Tuxtla Gutiérrez (según ellos, no hay mucho que ver), así que se fueron al Cañón del Sumidero. Se están convirtiendo poco a poco en grandes expertos en este tipo de montaña. Las vistas como no podía ser de otra manera, comentan que son espectaculares.

 

De ahí se fueron a San Cristóbal de las Casas, otra ciudad colonial que muchas personas les habían recomendado. Es un lugar agradable, aunque no lo disfrutaron al 100% por el clima frío, el más frío que han tenido en los últimos 4 meses. En este pueblo se prepararon para su gran viaje por Chiapas y Yucatán. Antes de salir de San Cristóbal de las Casas, se encontraron con muchos otros viajeros de largo plazo en camping locales: dos parejas francesas, una viajaba en una furgoneta regular y la otra en gran autobús escolar; una familia inglesa totalmente equipada con un camión que merece la pena ver. Hacer amigos y conocer gente de otros lugares es la parte más divertida del viaje. 

Después de haber pasado un buen tiempo en Oaxaca, exploraron la provincia de Chiapas en detalle. Situada junto a la frontera de Guatemala (en realidad, en el pasado le pertenecía), el lugar es un paraíso natural repleto de selvas, cascadas, animales y vegetación. Después de visitar las impresionantes cascadas de Chiflón, fueron a los Lagos de Montebello: una serie de 50 lagos que se encuentran cerca unos de otros y son conocidos por los diferentes colores del agua (de la que no pudieron apreciar ninguno de ellos, tal vez por el mal tiempo). Aquí se encontramos con tres súper agradable vasco con quienes fueron a explorar Chiapas juntos. Desde los lagos fueron al pueblo de al lado, Las Nubes, donde disfrutaron de unas de buenas cascadas. Las Nubes fue increíble, nos dicen: el río de relativa calma se exprime a través de partes estrechas que resulta en un sin parar violenta rapidez que puedes estar observando mirar durante horas. 

Una vez allí, y sin comida, los locales estaban dispuestos a matar a un pollo para ellos, aunque su solicitud era inusual y difícil: el pollo sin cabeza, sin pulmones, sin corazón, sin piernas... Los lugareños simplemente se reían. Desde allí, continuaron su viaje pasando la jungla de las Guacamayas, donde los monos aulladores hacen pensar que son los gorilas. También puedes ver guacamayas (la temporada es de alrededor de junio). Después de una visita guiada por la selva se fueron a Yaxchilán, un sitio maya ubicado en la selva densa y sólo accesible por barco: Era realmente un lugar espectacular. Desde este sitio se dirigieron a Palenque. Después de haber encontrado un camping aquí decidieron quedarse unos días para relajarse un poco y visitar las ruinas y la cascada de agua azul.

Aquí también tuvieron que decir adiós a sus nuevos amigos, que continuaban su viaje en la Ciudad de México. Tras la despedida, decidieron hacer frente a la región turística más de México: Yucatán. Las carreteras allá están en perfecto estado, todas rectas; finalmente pudieron hacer muchos kilómetros en un solo día. Campeche fue su primera parada en la zona y el último pueblo colonial. Cerca de allí pudieron visitar las ruinas de Uxmal y las ruinas de Chichén Itzá, una de las nuevas maravillas del mundo. La zona es muy conocida por sus cenotes (cuevas submarinas). Se afirma que estos agujeros se han creado hace más de 65 millones años por los meteoritos, los mismos que han llevado al exterminio de los dinosaurios. El agua de los cenotes es muy clara ya que proviene de los ríos subterráneos, donde la filtración del agua es continua.

 

Desde allí bajaron hacia Puerto Morelos. Allí pudieron bucear a través de la segunda barrera arrecifal más grande del mundo. Después disfrutaron de Akumal, donde hay una playa con más de 30 tortugas residentes con quienes se puede nadar (al parecer se encuentran alojadas allí, naturalmente). Después de nadar en el agua durante 20 minutos y haber visto nada, a punto de renunciar y volver a la playa, tuvieron la suerte de encontrarse a dos enormes tortugas nadando. El agua no es profunda en absoluto, así que nadaron por encima de ellas mientras estas se alimentaban con pasto marino. Satisfechos con las tortugas, partieron a las  famosas ruinas de la playa de Tulum.

Tulum es el lugar perfecto para tener una bici, y por suerte para ellos, aquellos días no eran tan lluvioso como los anteriores. El primer día Alex se fue en bicicleta a hacer la compra. Buena idea, ya que el coche ya estaba instalado en el camping y después de haber conducido durante mucho tiempo no le venía nada mal estirar un poco las piernas.

El segundo día fueron a las ruinas de Tulum en bicicleta. El clima estaba de su parte, vieron una buena oportunidad para disfrutar de una actividad al aire libre y no la desaprovecharon. Dieron una vuelta de unos 30 minutos para llegar a las ruinas... ¡increíbles! Fue una gran decisión, ya que ir en coche no es nada práctico y hubiesen necesitado mucho más tiempo para llegar. Además, el viaje ¡no hubiese sido tan divertido!

Por la noche se fueron al centro de la ciudad también en bicicleta. Cenaron un montón, por lo que las bicis les vinieron genial para hacer algo de ejercicio en el camino de vuelta y bajar la comida. Al día siguiente por la mañana, antes de salir de la ciudad, quisieron utilizar las bicis también para ir a una playa cercana y disfrutar de la paz y tranquilidad antes de decir adiós a la Riviera Maya.

Después de pasar tres meses en México, han entrado finalmente en Belice, otro lugar muy interesante donde esperan poder disfrutar de sus bicis Montague de nuevo. Con el fin del año acercándose, han querido aprovechar la oportunidad para desearles desde aquí una Feliz Navidad y feliz año nuevo a todos.